
5 consejos para interpretar a distancia y no morir en el intento
December 5, 2024La época estival suele ser un momento muy tranquilo a nivel profesional: pocos correos electrónicos, sacar adelante asuntos que solemos dejar pendientes para otro momento, balance de mitad de año, contratos a la espera de la vuelta de vacaciones, etc. Aunque pueda parecer un periodo de poca utilidad, el verano puede ser la ocasión perfecta para darle forma a tu proyecto de traducción y encargarle el trabajo a un profesional cualificado.
En este artículo, te cuento las tres razones por las que el verano puede ser el momento ideal para darle el pistoletazo de salida a tu proyecto de traducción.
1. Mayor disponibilidad
Como la mayoría de los trabajadores, los traductores autónomos aprovechan el verano para descansar. No obstante, es muy habitual que los profesionales de la traducción no disfruten de todas sus vacaciones en verano, sino que aprovechen un par de semanas y pasen gran parte de julio y agosto trabajando. Hay quienes prefieren, incluso, coger vacaciones en septiembre u octubre. Esto supone una maravillosa oportunidad para empresas y organismos que desean contratar a una persona externa para que esta avance en su proyecto de traducción mientras la plantilla disfruta del verano.
Si contactas con un profesional de la traducción en verano, tienes más posibilidades de que esté disponible para ocuparse de tu proyecto. Además, es probable que su carga de trabajo sea reducida, lo que implica menos distracciones y una dedicación mayor.
2. Tiempo para revisar y corregir
El verano es perfecto para trabajar en aquellas tareas que requieren concentración y esmero (redacción de informes, contabilidad semestral, preparación de herramientas de marketing de cara a septiembre, entre otras). La revisión de una traducción necesita un gran nivel de atención. ¿Qué mejor que tener tiempo de sobra para revisar y proponer las modificaciones pertinentes? Aunque el profesional que se ocupe de tu traducción te entregará una versión final revisada, siempre recomendamos a nuestros clientes leer y revisar la traducción con atención para detectar posibles errores o proponer modificaciones justificadas. Si realizas esta revisión en agosto, comprobarás que se te hará mucho más llevadera que si tuvieses que hacerla durante los meses de más ajetreo.
3. Plazos razonables
Los proyectos de traducción que se encargan en periodos de alta actividad suelen ser urgentes, lo cual deja poco margen al traductor para trabajar en ellos de forma satisfactoria. En verano, esta circunstancia cambia. Como muchas personas están de vacaciones, no necesitamos ser tan apremiantes con los plazos y eso se traduce en fechas de entrega más flexibles. Los profesionales de la traducción pueden, por tanto, trabajar con más calma para entregar textos más pulidos. ¡Todo beneficios!